sábado, 31 de marzo de 2012

LA VIEJA AMIGA MAR



Parece que fue ayer y en cambio ha pasado tanto tiempo. Tú no lo sabes, pero volví a aquel lugar, no pude evitarlo. Era como si me llamara, hacía años que no iba y lo más sorprendente es que prácticamente estaba todo igual. Las viejas escaleras de piedra, desgastadas, con más trozos rotos, pero todo lo demás, estaba igual.
El aroma era el mismo de aquel día. Salitre y mar. Quise no pensar, luché desesperadamente para no dejar que la añoranza se adueñara no ya de mi corazón, sino también de mi mente. Fue imposible, cuando quise darme cuenta, de mis ojos caían lágrimas a raudales, silenciosas, disimuladas de la mejor manera que pude, ocultando el rostro a los que, como yo, estaban allí sentados, contemplando la vieja amiga mar.
Poco a poco fue serenándose mi espíritu y cedí a la curiosidad. Sentadas cerca de mí, otras personas también miraban la mar.
Asombrada entendí que todas ellas estaban allí por la misma razón. Todas escondían su mirada a los ojos ajenos, las arrugas de su frente, su fijo punto de mira en el infinito me hizo comprender que ellas también estaban allí sentadas para recordar.
¡Qué sorprendente es el mundo si te paras a observar! Yo llegué allí para olvidar un dolor, y éste renació con más intensidad. Pero cuando tuve la valentía de arrojarlo a la mar, sentí la plácida calma del descansar
Durante breves y locos instantes sentí la tentación de acercarme a alguno de los que allí compartíamos piedra, salitre y mar e invitarlo a desahogar, pero me contuvo el pensamiento de que todos somos libres para decidir si queremos vivir atrapados en lo que fue o deseamos, por el contrario, liberarnos lanzando nuestros recuerdos a la vieja amiga mar.

viernes, 16 de marzo de 2012

LA ESPERANZA DE LA ESPERA


LA ESPERANZA DE LA ESPERA…


Siento en los músculos la tensión de la espera, en el alma el dolor de la incerteza, en mi mente sólo un habitante. La esperanza.
Esperanza infundada, absurda, lejana. Esperanza que nace sólo de los sueños que desea sea realidad, pero a la que no sé como atrapar.
Un grito agarrotado  en mi garganta. Lágrimas  retenidas sin saber cómo, firmemente guardadas impedidas de la libertad de poder resbalar por mis mejillas, es una angustia retenida, que daña pero nunca acaba.
Vivo entre dos líneas que paralelas siguen su camino. En una de ellas va mi vida, y en la otra… ¿quién sabe si la tuya?.
Las mariposas de mi estómago me dicen que no está ya tan lejos el momento. Traidoras, también me dicen que no pueden quitarme el miedo.
Quiero y no puedo, peor aún, no sé si ni tan siquiera debo. Es como si de lejos me viera, a través de un catalejo,  pequeña, arrugada, encogida , esperando la espera.
Si supiera dónde encontrarte, volvería la valiente, decidida, la que tanto amor te dio, a buscarte sin duda alguna.
Ya no sé ni lo que siento, ni intento comprenderlo. Ha pasado tanto tiempo que no importa el momento.
Cuando llegue sé que todo  fluirá sólo, sincero, sin impedimentos,
volviendo al mismo instante en que amándonos tanto huimos como cobardes, abandonando antes de que empezara  la búsqueda, de lo que quién nos dice que no fuera la perfecta solución para que nuestro amor prosiguiera.
Contradicciones del ser humano, cuánto más lejos más cercanos, pero en el entretanto la espera me muerde cada día un poco más, llevándose a trozos la esperanza que atesoro
No sé si podré seguir esperando mucho más tiempo. Mentira,  te engaño, no lo creas,  siempre estaré aquí… quieta… a la espera…

miércoles, 14 de marzo de 2012

SOLO TU PUEDES AYUDARME


Cada vez que vuelvo al mar la vieja y eterna pregunta vuelve a brotar sola, sin que pueda detenerla: ¿Dónde está? ¿Lo has visto hace poco?, y siempre la respuesta es igual. Silencio, nada más.
No llego a comprender que a mí que tanto amo la mar no me quiera contestar.
Tampoco quiero entender que si no lo hace posiblemente sea porque ignora lo que debe responder.
En la playa como locos nos amamos y en ella una noche te dejé: ¡Loca cabeza llena de confusiones que no te supo entender!.
Ahora sí, ahora sé, soy capaz de comprender  y es ahora cuando por más que lo intento no consigo encontrar el sitio aquél.
A veces me pregunto, si la vida enfadada me niega lo que tanto ansío, que es simplemente volverte a ver, reír de nuevo a tu lado, sentir el roce de tu piel, el aroma de tu ser, poder decirte cuánto te amo, lo mucho que te añoré. La falta que tengo de ti, me da miedo, porque me lleva a pensar que si no consigo decirte adiós, jamás volveré a hallar la paz.
Sé que tú sabes que sé. Siento que tú también sientes que siento, y lo que aún es peor que tú aún sientes.
No sé cómo poder encontrar la paz si no puedo al fin hablar contigo y saber que giro debe tomar nuestra historia que  ya no sé si es que jamás debió  empezar,  o nunca interrumpir, o, peor aún, que aún está viva para ti y para mí, 

viernes, 2 de marzo de 2012

A PESAR DE LOS AÑOS

Hoy por fin, he vencido todos mis miedos, y he salido a tu encuentro. Nada arriesgaba. Mi amor ya lo tenías, aunque n lo supieras, tan sólo me faltaba el gritártelo.
Intercepté tu camino y aún no sé cómo empecé a parlotear ante mí. Asmonbrado me mirabas. Tú tan alto, y yo, más bien de pequeño tamaño.
No podría repetir ni en 1.000 años lo que en tan sólo un segundos dije, sólo sé que, sin darme cuenta colgaba ya de tu cuello y abrazados bailábamos.
Nos costó algo pero al fin nos serenamos, riendo como chiquillos nos sentamos en lo primero que nos pareció un banco. Sé que el calor de mi cara debía darle a la misma el color de los semáforos cuando nos piden paciencia y quietos esperamos, .pero al mirarme en tus ojos, vi autorizado el paso.
Tú hablabas y yo quería escuchar, pero la cabeza me daba tantas vueltas que nada entendía de todo cuanto me explicabas
Me pediste por favor que me callara, que, pese a lo mucho que lo intentabas, no podías comprender lo que mis labios hablaban, tan sólo pensabas en como pararlos y con los tuyos unirlos.
Rompiste en alegre carcajada ante mi cara de asombro, más fuerte aún cuando te pregunté que cómo era posible que dijeras tú lo que  hacía rato yo pensaba.
Así pasaron, días, meses y años. Hasta que de pronto un día, nos separamos. Ambos penamos por separado, pero cuando, por casualidad, nos encontrábamos el resto del mundo quedaba anulado.
Dejamos que el tiempo pusiera distancia que pasaran los años, y, ahora, que los dos ignoramos hacia donde se dirigen nuestros pasos, de golpe en esta tarde de invierno, se que has venido, que de nuevo estás a mi lado, y que, pese a todo lo pasado, aún nos amamos.

jueves, 1 de marzo de 2012

SOLO DESEO QUE DEJES DE AMARME

¿Cómo podría explicártelo y no hacerte daño? Todo acabó, se ha terminado. Hace nada aún yacías a mi lado, y me atormentaba la idea de decirte que ésa era la última vez que nos veríamos.Pero al final lo hice, mientras acariciaba tu e¡pelo y tú jugabas en mis brazos, con una voz que desconozco, que nunca antes había oido, te susurré al oido que no quería perderte un día, por haber mantenido con vida, una mentira.
No te pido que te alejes de mi lado, ni que no vuelvas a hablarme, ni a llamarme, ni a contar conmigo, sólo te ruego que dejes de amarme.
Sé que decirlo así suena a falso, al juego tonto y eterno del quiero y no quiero. No, esto es mucho más,no quiero perder tu recuerdo, no quiero aprender a vivir sin tu risa, sin tu forma de mirarme, sólo quiero que sepas que como tú quieres, yo no sé y no puedo amarte.