viernes, 2 de marzo de 2012

A PESAR DE LOS AÑOS

Hoy por fin, he vencido todos mis miedos, y he salido a tu encuentro. Nada arriesgaba. Mi amor ya lo tenías, aunque n lo supieras, tan sólo me faltaba el gritártelo.
Intercepté tu camino y aún no sé cómo empecé a parlotear ante mí. Asmonbrado me mirabas. Tú tan alto, y yo, más bien de pequeño tamaño.
No podría repetir ni en 1.000 años lo que en tan sólo un segundos dije, sólo sé que, sin darme cuenta colgaba ya de tu cuello y abrazados bailábamos.
Nos costó algo pero al fin nos serenamos, riendo como chiquillos nos sentamos en lo primero que nos pareció un banco. Sé que el calor de mi cara debía darle a la misma el color de los semáforos cuando nos piden paciencia y quietos esperamos, .pero al mirarme en tus ojos, vi autorizado el paso.
Tú hablabas y yo quería escuchar, pero la cabeza me daba tantas vueltas que nada entendía de todo cuanto me explicabas
Me pediste por favor que me callara, que, pese a lo mucho que lo intentabas, no podías comprender lo que mis labios hablaban, tan sólo pensabas en como pararlos y con los tuyos unirlos.
Rompiste en alegre carcajada ante mi cara de asombro, más fuerte aún cuando te pregunté que cómo era posible que dijeras tú lo que  hacía rato yo pensaba.
Así pasaron, días, meses y años. Hasta que de pronto un día, nos separamos. Ambos penamos por separado, pero cuando, por casualidad, nos encontrábamos el resto del mundo quedaba anulado.
Dejamos que el tiempo pusiera distancia que pasaran los años, y, ahora, que los dos ignoramos hacia donde se dirigen nuestros pasos, de golpe en esta tarde de invierno, se que has venido, que de nuevo estás a mi lado, y que, pese a todo lo pasado, aún nos amamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso!!!!!!!!