A pesar de los años pasados
no puedo evitar el recuerdo
de una cálida
noche de verano.
en la que nuestro amor confesamos.
Sobre la arena sentados, unidas
nuestros manos, rebuscábamos
entre ella un especial y único grano
en el que dejar nuestro amor guardado.
Compartíamos el común miedo
de que los vientos nocturnos
arrastrara con ellos nuestro
joven y tierno amor allí encontrado.
No fue mucho el tiempo que fuimos
dueños de él, se nos fue, aún no sé
cómo, si arrastrado por la mar, o,
escapándosenos de las manos.
Sólo sé que cada vez que paso
por aquel rincón de la playa olvidado
me pregunto qué es lo que hizo
que
perdiéramos el tesoro allí encontrado
4 comentarios:
Se escapa de las manos tan facilmente que creo que a veces tendremos que apretar los puños para conservarlo! ;)
Tengo el vello erizado.emocionante¡¡¡
Precioso Daría. Un beso.
¡Ay, el amor...!!!
¡Poema sublime Daría! Me enternece leerlo.
¡Eres maravillosa y estás llena de amor que das a manos llenas! Te admiro y te quiero.
María.
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