Hoy
siento un peso en el alma que no me permite levantar la cabeza. Hoy toda la
fuerza de mi fracaso recae sobre mí como la más pesada de las cargas. Hoy, yo
que tanto amo vivir, que tanto he vivido, que tanto he amado, hoy he
descubierto que no soy amada, que estoy sola. Sola, con todo el peso de los
amores pasados cargados sobre mis abatidos hombros. Sola, con las manos vacías,
después que tanto han acariciado. Sola, con el llanto en los ojos, cansados, de
tanta belleza como han contemplado. Sola, con el alma embargada por haberla ido
dejando entre tantos amores olvidada.
Después
de tantos años he descubierto que he vivido la mayoría de ellos engañando al
amor. He creído amar hasta morir, vivir sólo para amar, considerado a quienes
amaba como auténticos regalos de la vida. Pero hoy, he comprendido que vivía
dentro de un complejo espejismo, enmascarando la realidad con lo soñado.
He
vivido años y años enamorada del amor, soñando con el amor, amando más al amor
que a lo amado. Dedicado toda una vida a explicar el poder del amor, y, hoy,
cuando tanto he necesitado algo de todo ese amor, descubro incrédula que nada
queda. Todo absolutamente todo, el tiempo se lo ha llevado.
Sin
esperanza, sin amor, abatida, sólo puedo volver la cara para ocultar las lágrimas
que mi dolorosa carga me arranca, para volver de nuevo a mirar a la vida cara a
cara, pero esta vez, sin trampa. Sin amor pero sí con esperanza.
1 comentario:
COMENTARIOS EN UN FUNERAL
(25 de Enero de 1982, Barcelona)
Olas acariciando las rocas, murmullo que rompe la monotonía de la insistente noche que lo cubre todo. Inquieta mar que te entrelazas con la obscuridad, donde tu y yo nos vamos perdiendo, confundiendo, donde tu y yo , compañera soledad, nos entristecemos, nos volvemos confidentes, el uno del otro, donde tu y yo nos hacemos el amor.
Viento envolviendo los árboles, cargado de mil insólitos perfumes, repleto de insospechables historias de odio y amor. Y tu y yo, compañera soledad, nos cogemos de la mano, y tu y yo, nos consolamos mutuamente, nos desnudamos al mundo y nos somos sinceros.
Humo, ruido, gente, bloques de hormigón, un mundo frío y calculador, absorbente, todo es un orgasmo mecánico, enlatado, entremezclados con todo, tu y yo, compañera soledad, insólitos, inseparables, insistentes, abominables espectros andantes, espectadores absortos de lo absurdo.
Pero, sí, tu y yo, siempre juntos, inseparables, porqué tu, compañera soledad, eres la única,
la insólita compañera que nunca me abandona, porqué “LA SOLEDAD” siempre es fiel, incondicionalmente fiel de lo absurdo.
Sinto petit (Gener de 1982)
Publicar un comentario